Los que ya conocéis mi trabajo sabéis que me inspiro mucho en el cine a la hora de trabajar el retrato en mis fotografías, no es una decisión que tome conscientemente, sino que, al ser una gran consumidora de cine al final tiendo siempre a «barrer para casa» de forma automática y a llevar mis retratos más personales a ese ámbito.
Hoy os voy a enseñar a qué prestar atención y en qué fijarnos si queremos que nuestros retratos parezcan sacados de una película.
1. Inspiración.
Ver mucho cine puede llevarnos a querer evocar de alguna manera nuestros personajes o escenas favoritas, inspirarse en el cine es una maravilla, pero recordar que el toque personal SIEMPRE tiene que acompañar a nuestro trabajo, nuestra visión de la vida, del personaje o de la escena
Para mí, esta fue mi versión de Marla del Club de la lucha. Siempre quise hacer una versión de Marla diferente, y mi amiga Sabrina iba perfecta para el papel. Su atuendo no tiene nada que ver con la Marla original, y desde luego esa pared llena de texturas irregulares dista mucho de un lugar como en el que estaba Marla, pero creo que supo capturar su esencia a la perfección.
2. Sensación/sentimiento
Así como en otros tipos de retrato nos centramos en la nitidez, en que la persona salga favorecida, en el trabajo puramente estético, en este tipo de retratos es importante que se transmita un sentimiento. Quizá no es tan importante que la persona salga perfecta, favorecida, con un encuadre clásico, sino que la fotografía transmita algo diferente.
La evasión, el dolor, pena, alegría, ira, soledad, calma…. todo vale si se puede transmitir. En algunos la sensación el sentimiento es más sutil y en otros más intenso, pero es importante captar un momento espontáneo, natural, que haga pensar al espectador.
3. Mood
Esto es algo que he visto mucho sobretodo en redes sociales de fotografía, mood sería algo así como el estado de ánimo, pero creo que engloba también lo que sería la… atmósfera anímica de la escena. Para esto os traigo dos ejemplos creo que bastante claros y opuestos.
A la izquierda, tanto por el gesto de la modelo como por la gama de colores utilizados, el retrato se convierte en una escena de una peli tal vez romántica, una comedia romántica o una escena entrañable y alegre. A la izquierda nos transmitirá nostalgia, quizá pena, soledad o quizá algo más profundo y onírico. No sólo está la diferencia en el color/blanco y negro, en el cine, se ambientan las diferentes escenas en diferentes gamas de color para que nos transmita de forma subliminal ese «mood» los colores fríos, cálidos, los contrastes intensos, las escenas más oscuras frente a las más luminosas. Si tenemos claro qué tipo de «ánimo» queremos ponerle a nuestra foto, deberemos pensar en qué colores transmiten más esa atmósfera.
4. El género
Por último el género, es algo parecido al «mood» pero diferente, esto es más hacia la parte del personaje que hacía la parte anímica de la escena en sí. También elegir ¿Qué estilo queremos? Miedo, suspense, aventuras, fantasía… aquí es donde podemos soltar nuestra creatividad pensando en nuestro personaje.
Estas son mis versiones de retratos de terror/misterio y el género policiaco (uno de mis favoritos). Como dije al principio, ver mucho cine ayuda mucho a la hora de coger ideas, a la hora de procesar nuestras fotografías y conseguir el efecto deseado en el resultado final.
Si tenéis dudas sobre el procesado de cualquiera de estas fotos podéis escribir un comentario o escribirme a un mensaje privado a: Nanihta Fotografía
Espero que os haya gustado 😀