Desde que escribí mi último post de opinión, en el que además, intenté ser, cuanto menos, respetuosa y cordial con todo lo que, desde mi punto de vista, critiqué, me encontré con una nada agradable sorpresa. El «artista moderno» no soporta ser criticado.
La forma, a mi juicio, de mejorar y de adaptarte a tu medio, es oír no sólo lo que el público opina, sino el momento histórico en el que estás y lo que otros compañeros u otros profesionales pueden opinar, aportar o enseñarte sobre cómo mejorar tu obra, sobre cómo avanzar más en este mundillo.
O así debería ser.
Lejos del individualismo que el artista tiene o cree que tiene sobre su obra, es importante saber que cada arte es una disciplina y como tal debe ser estudiada y practicada hasta mejorarse a sí misma. Y eso incluye encajar las críticas.
Llevo tiempo viendo, que parece que cualquier persona que se autoproclama artista, en la rama que sea, ya da por hecho que ese título impuesto le permite hacer lo que le dé la gana, de cualquier manera, sin pensar y sin esforzarse para nada en las técnicas de su rama artística, sin intentar mejorar, ni estudiar su propio ámbito. Simplemente hace, como quiere hacer, lo expone, donde lo quiere exponer, y decide que es un artista por ello y nadie, NADIE, puede decirle que ha hecho algo mal. Aunque esté mal. Aunque esté PROFUNDAMENTE MAL.
Porque son «artistas». Lo han elegido.
Cuando hablo con diferentes tipos de personas, me doy cuenta, de que aun quedan artistas reales, artistas a los que les dices, quizá esto se podría mejorar…. , quizá podrías enfocar esto de tal manera…. y realmente lo valoran, lo piensan, lo trasforman, miran, prueban, y puede que les interese, o puede que no, pero desde luego han investigado el cómo y el qué y el qué tal sería intentarlo por si puedo coger un poquito más de lo que me da el mundo.
Y luego están los que creen que todo lo que hacen es perfecto y no puedes opinar absolutamente nada porque son «artistas». Como si ser artista pudiera ser como ser… pelirrojo, que vale con echarte un tinte. Y no es así.
Cada crítica la toman directamente como un ataque personal, a ellos, a su obra, a su mundo interior. Acumulando odio y explotando contra cualquier persona que les dice no. Esto no. Esto no me gusta. Porque han decidido que el público, el mundo, toda esa gente que ve sus obras, no tienen ningún derecho a decir no. No me gusta.
El «neo-artista» ha decidido separarse de todo. Ha decidido que su obra siempre es perfecta, sin basarse en nada, porque sí y ha decidido alejarse del público. Del mundo y de todo artista que no simpatice con absolutamente todo lo que hace.
Para estos «neo artistas» decir, el artista, no es el que se bautiza a sí mismo como tal. El artista es el que es considerado así por otros, por los que ven su obra, por el gran público. Artista es un galardón que el mundo te da cuando haces arte. Los verdaderos artistas no tienen que estar vendiéndose como artistas en cada lugar donde pueden poner una palabra. Los verdaderos artistas están demasiado ocupados haciendo arte.