Muchas veces me preguntan sobre las fotos que hago, sobretodo cuando no hago autorretratos, cuando hago trabajos con modelos o cuando pongo las fotos que hago para portadas de libros (como las que mando a Arcangel Images)
Muchas veces sacamos fotografías geniales de una forma totalmente improvisada. Así que aquí tenéis algunos consejos para ir avanzando en el mundo de la fotografía, mejorar nuestro «ojo fotográfico» y sentirnos más preparados a la hora de trabajar.
1. ¡Lleva siempre la cámara en la mano!
Es importante llevar la cámara siempre que salgamos de casa, quizá para ir al trabajo o a clase no sea la mejor idea, pero nunca sabes dónde encontrarás una buena foto. Si aun así es demasiado engorroso, al menos hay que llevarla siempre que se salga con los amigos, a dar un paseo, de excursión… la práctica con la cámara es algo indispensable y que agradeceremos muchísimo con el paso del tiempo.
Estas tres fotografías son un ejemplo de la inspiración total, llegar a un lugar y pensar, esto me gusta! Es algo que se puede entrenar y aprovechar llevando la cámara siempre encima 😀
2. Aprovecha las cosas sencillas
Muchas veces tenemos en nuestra propia casa mil opciones para tener fotos bonitas, cosas simples como unas telas, una ventana, quizá unas gafas o un sombrero… que si vamos utilizando día a día, encontraremos mucho más versátil de lo que pensábamos!
Esta fotografía fue tomada en el cristal que tengo en la terraza de mi casa, un spray con algo de agua y el reflejo de las casas de la acera de en frente hicieron el resto.
En esta fotografía utilicé, como fondo, una sábana. Sí, todos tenemos un montón de sábanas en casa y son unos fondos para fotografía muy buenos. Un lazo y unos chupachups terminaron la foto.
La magia de esta fotografía la dan esas pequeñas luces, que no son otra cosa que el reflejo de la luz del sol en un pequeño cojín de lentejuelas.
Recordad, no siempre hacen falta mil accesorios carísimos, filtros, geles, reflectores de todos los colores y sabores…¡No! A veces, simplemente, mirando lo que tenemos en casa, podemos sacarle mucho partido a nuestra imaginación.
3. Trabaja las distintas horas del día
Todos los fotógrafos acabamos absolutamente obsesionados por la luz. Es inevitable, lo cierto es que cada hora del día tiene su «aquel» especial, pero lo importante es, aunque acabemos teniendo nuestras horas favoritas para hacer fotos, trabajar en todas las franjas, para sentirnos más cómodos y seguros de nosotros mismos.
Aquí os dejo, por orden, luz diurna, luz al atardecer y un retrato nocturno (aun muy mejorable, es mi asignatura pendiente)
Con estos simples consejos y un poco de paciencia y perserverancia, antes de que os deis cuenta habréis avanzado muchísimo dentro del mundo de la fotografía. Al fin y al cabo, además de la información y la inspiración, no hay nada como la práctica, el esfuerzo y el trabajo del día a día para dar pasos agigantados hacia ser el mejor fotógrafo que podamos ser 😀
Espero que os haya gustado!